domingo, 28 de agosto de 2011

TODOS SABEN DE TU HERMOSURA

Saludos, ya estamos de vuelta, en la escena cotidiana. Os remito este poema de Damián PAtón Fernández. Registrado en la Propiedad Intelectual. Reservado , todos los derechos.


               




TODOS SABEN DE TÚ Hermosura

Se lo conté como si fueran ciegos,

Mi amor

Milonga de este sacramento de tú cuerpo



Todos saben de tú belleza sacrílega

Cuando por las noches ibas a los arrabales

De los puertos en busca de fogosos marineros

Hermosos como el ébano

Y rubios como la cerveza

Para gustar de labios

Untuosos

De esta llama cuyas lenguas

Rojas y vibrantes te llenaban de otras salivas

Y decías:

-Por favor camarero ponme un vodka frío como el fuego



Todos saben de tu hermosura

Se lo conté como si fueran ciegos

Aventurado a tus pasos

A tus pechos holgazanes

Flácidos como

Promesas

Vibrantes por el compás del jadeo

Marcados con el tatuaje del amor malherido de los marineros

Cuando los marineros

Salidos como ellos solos

Van en busca del TODO VALE TIOS

Y llenan  como legión

Los bares

Y los tugurios

Y en medio de fumatas y borracheras

Vomitan su soledad

En cuerpos travestidos

En hombres que buscan hombres

Y en mujeres

Que abrirían los ojos hasta un ciego

Y harían que los mudos gritasen de placer



Pero tú dirías mi amor

-Camarero, ponme otro vodka que queme como el hielo en agosto



Y más tarde

Farola, noche y barco que ondea en la plata negra del mar oscuro

Tatuaje lamido por una lengua perforada de piercing

Y oscuros ojos achinados

Estarían

Mordiendo tus lóbulos

De orejas de arsénico

De boca de labios que están diciéndote un salmo de pecado y lujuria

Y cuando los años pasen

Y los barcos vomiten marineros audaces

Pero algo ajados

Como esos retratos de mi niñez

Tú volverás

A la barra del bar

Y el mismo camarero

Algo viejo

Te servirá

Un vodka que queme como el hielo

Y el hielo que arde como el fuego

Y tú dirás

-Me hago vieja, alguien que  me quiera, mi amor

Estoy durmiendo

En una habitación con mantas

Pero sin cuerpos que me den calor

Solo quiero un hombre o una mujer

Solo quiero un robusto marinero

O una amable enfermera

De caderas redondas

O quizás

Un travesti

Que me entregue sus dos virtudes

Con una flor

De canela

Y cuando las farolas bostecen

Dile que este tango lo cantó

Alguien que les hablo de tú hermosura

Y que les contó como eras

como si fueran ciegos.



                                                   Damián Patón Fernández














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