sábado, 30 de julio de 2011

DEL SENTIR ANORMAL

Registrado en la Propiedad intelectual. reservado todos los derechos.



         Autor: Damián Patón Fernández







Sencillamente hay personas que no hemos nacido para similar la normalidad cotidiana y hemipléjica que nos envuelve y que nos meten a machamartillo. Sencillamente nacimos con una vena torcida: nacimos ya con un comportamiento fuera de lo normal-, nada de trastornos de personalidad y demás elucubraciones de psicólogos-, nacimos con un horario diferente al del resto. Nuestra pauta, es nuestra pauta y no la pauta regida, a patadas y a golpes, del resto de los gilipollas que se empeñan en descolocarnos del resto,…por que si los otros, no son peores-al contrario, sin ese hatajo de anormales que se disfrazan de normales, para que los anormales-normales, no les señalen con el dedo y les vigilen como policías del día a día, del momento al momento.-, nosotros tampoco somos peores. Decididamente yo nací, con esa vena, metida, inyectada con la insulina, con la heroína, con el subidon del fuego perpetuo, que me caracteriza, que nos caracteriza. Para disfrutar enloquecidamente de nuestra sabia locura- y las locura tiene su componente en los gramos de la heroína dislocada del sentido común paranoico-, hacemos lo posible, dentro de lo imposible en el hastío, para que el día a día, no nos  aniquile con la gente sin ganas, sin humor, con esa gente taponada como una sucia y fétida alcantarilla, donde las lodosas y putrefactas aguas del ser, no deja que sus vapores hediondos, salgan a la superficie y se purifiquen. Necesitamos renovar la sangre con el coralario de menstruaciones diversas. Yo ya nací menstruando por doquier. Menstruo con los estigmas de mis carencias, de las carencias de la realidad, de ambas carencias.  Soy, somos en esencia, un fenómeno psíquico, una puerta abierta desde el conciente al inconciente y vamos patinando, como bailarines cojos, en nuestros patinetes. Somos patinadores, en el hielo quebradizo de lo real, pues lo irreal se basa y se asienta en lo real. Pero nosotros, yo, ellos, tú, todos tenemos asco a la gente y la gente, claro, somos todos. Desde el mas asqueroso asesino vestido de poli , desde el psiquiatra que detesta a sus pacientes, desde el muchacho o la chica que limpia las letrinas: quitan las compresas y tampones usados en los retretes públicos, limpian nuestros excrementos y manchas de orinas, nuestros vómitos y nunca les dirigimos la palabra, menospreciándolos…desde el más humilde de los trabajadores, que hace nuestro quehacer cotidiano mas transitable…desde esa atalaya de nuestro interior, lanzada  con el férreo carcaj, de esa flecha cotidiana de nuestro yo, pregunto:. ¿Qué seria de los gobernantes sin sus gobernados? ¿Qué seria de sus generales sin sus legiones de soldados? ¿Qué seria del juez sin sus funcionarios? Cuantos anormales sueltos con toga y con poder. El poder enloquece y produce sátrapas, que destruyen las mejores flores de la locura de los verdaderos, de los que de vez en cuando agitan sus flores para esparcir un nuevo aroma creativo. La endogamia del mundo cultural, de los escritorcillos que les dan premios sus amiguetes del poder…de todos esos. Sencillamente, hemos nacido así…Y aún nos queda algo de la salvaje inocencia de la niñez, de los paraísos perdidos; aquellos paraísos, incrustados en nuestro interior y que  no hemos digerido, esta es la verdad…OH ya no volveré a ser niño. Pero vivo mi paraíso que lucha con mi infierno. Gracias por ser un anormal…gracias por la fantasía, contra la vulgaridad y la ordinariez. Os quiero.

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