miércoles, 12 de octubre de 2011

Fragemento de : TAL COMO SALES; autor:Mikel Goldstain

Os invito a leer otro fragmento del libro de de Mikel Goldstain TAL COMO SALE, que como sabeis saldrá (ya os avisaré), editado por bubok. es ( y amazon), islavaria y otra editorial. reservado todos los derechos, registrados en la propiedad intelectual. ahí va.




¿De qué sirve hoy la rebeldía?

La perra del usurpador sigue en celo. Y nosotros, como las semillas que el viento empujó, crecemos allá, como la mala hierba.

Porque, tenéis que saberlo, hoy no es tiempo de rebelión, a voz en grito, de cosechar el fuego en las entrañas. Hoy la perra, que está en celo, “lo hace de otra manera”.

“Hoy la rebelión” y la revolución, las venden en los supermercados.

“Hoy” todo está dictado en Internet, en la televisión, en los spot publicitarios, en los periódicos, en la radio, en los políticos, incluso el vecino te dirá que es mejor ¡ver, callar y oír!, al fin y al cabo, “mientras no te toque a ti”.

Porque en África, la perra que está en celo, ha parido cientos de cadáveres famélicos y una rosa caníbal que lo devora todo: expolio, Ébola, sida, sarampión y millones de cadáveres de niños que aún no sabían pronunciar la palabra madre.

“En Europa del Este, la misma perra que está en celo, envío sus lujurias” y los antropófagos regímenes dictatoriales del comunismo se metamorfosearon, de repente, en el monstruo híbrido de mafias y capitalismos salvajes que deja en mantillas a la madre de todos los capitalistas.

Pero así están los tiempos: los musulmanes invocan a su Alá, humillando y ejecutando a toda mujer que se atreva a alzar el puño y gritar que es ante todo, ¡libre y persona!

“Los árabes piden la libertad que les pertenece, expoliados por Europa… por Occidente”.

“Los chinos practican el capitalismo sin democracia y su furia asesina paga con silencio de créditos a Europa y Estados Unidos”.

“A otras soledades y masacres vamos”.

Y las ejecuciones públicas, y el tráfico de órganos con la brutal saña que les caracteriza, y su maravilloso deseo de fomentar la libertad de expresión aplicando la cadena perpetua, y su asqueroso deseo de que el resto del mundo deba temblar, porque, claro, a ellos no se les debe molestar.

A ellos, a los perros chinos, como los perros estadounidenses, como los perros fanáticos indios y como los perros españoles, diciendo a todos que si, que claro… que nuestro país es un burdel.

 Mas no os preocupéis, llegarán otros tiempos.

Llegará el tiempo del huracán infinito. Del alba crucificada por el ocaso hambriento de oscuridad. De una angustia inflexible. De un hambre que no sólo hace llamear de ruido al estómago, sino al ser humano mismo. Será un tiempo, quizás lejano o próximo, donde el ser humano se volverá hibrido, andrógino, hermafrodita... y mientras esto vaya sucediéndose, todos ansiarán amor y caricias, todos ansiarán un labio puro que les bese o el calor de una mano amiga. Los trepas ascenderán y caerán, cortados por el chachachá afilado de su inhumanidad. Las mujeres imitarán al hombre en lo peor y perderán su oremus original. El hombre aceptara el juego, por una cuestión de dinero y poder. El nuevo puritanismo ejecutará su compás: nadie debe tocar o mirar al otro, tanto más si es mujer, niño o animal. El hombre, como sexo masculino, será culpable de todo, hasta que el poder de la agenda oculta diga lo contrario. Y los chinos acabarán destrozando lo que ya está de por sí, destrozado. Adiós Europa. Adiós Occidente.

Adiós a todo lo ganado, por lo perdido. Adiós a las revoluciones interesadas y fáciles que compartían cama y cuerpo con los gobiernos de turno, con los esbirros con sobredosis de poder.

Adiós a la fragancia secreta y creativa de todo… adiós a los versos, al cielo, a las perfectas obras maestras en imágenes, a la sinfonía. Ahora viene otra Era, mejor, en algún caso, gélida como el témpano. Nadie quiere morir solo. Nadie quiere el desprecio. Y el gran universo se contraerá, absorbido por los agujeros negros y seres de otros planetas, de otros mundos vendrán, a este planeta que un día se apagara; hermosa luz de mi aldea o de mi casa.

Ganará la sonrisa del niño. La inocencia futura del que nacerá y decapitará a los que usaron la revolución, la sangre de nuestros antepasados para convertirla en un poder, manejado desde dentro del mismo poder. Y surgirá de nuevo el nuevo rebelde, el nuevo revolucionario, pero éste “no menstruará”. Tendrá espíritu… tendrá alma.

El “tiempo del fin”, cuando la naturaleza prostituida, expoliada, humillada, saque a flote sus sedientos jinetes de venganza, los desiertos y el Sol de fuego y agua nos devoran. Pero antes, como siempre, vendrá la era del espíritu para decirnos que el fin es este y que no hay otro planeta, no. Pero sí otra casa, sí otros seres, sí otra luz voraz que nos ilumine el camino, sí otro silencio. El trigo será mecido por la brisa, como el jazmín que llena de olor la soledad profunda de noches que han de venir, y nutriremos nuestro ser del hueco de nuevas fuerzas y esperanzas, de ilusiones aprehendidas de errores pasados. Para eso servirá la rebeldía permanente, no la revolución que muere cada minuto.

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