DIARIO DE
ALGUIEN 10
Nada soy. En nada estoy. Nada pasa y en nada
vivo, así pues, en nada me estoy
quedando. Por nada habito y navego. En memoria de Juan J A. F, escribo esta
letanía desgarrada. Que tuviste una muerte del todo trágica y cruel, hermano, así
fue. Y aunque no eras mi hermano biológico y tuvimos breves momentos de
encuentros y algún desencuentro, amigo, tu final fue trágico y doloroso. Ya sé
que te hundiste, en las más profundas miasmas y tinieblas, que en tú enfermedad
mental, algunos de tus seres queridos, te dejaron de lado y otros se dieron
cuenta demasiado tarde. Que huías de tú casa, por tú enfermedad como un
fugitivo, y que dormías en tu coche, a pesar de cobrar casi dos mil euros de
sueldo. Que tú delirio te llevo a vivir con gentuza, que te domino y te sacó
las tripas y tus cuantiosos ahorros durante años y que en la hora de tú muerte,
ya abandonado y estrellándote aquella madrugada, tú coche debajo las ruedas de
un camión, amigo y hermano, supongo ahora estarás en playas mas amable, a mi
que yo no soy creyente, ni siquiera jugador de las ruletas rusas. Que en tu
funeral, aquella chusma venia amedrentar a tu familia y que te
desaparecieron-mejor decir, te birlaron-cartilla, fotos, ropas, cámaras de
video y hasta el aliento. Un truco de la escoria. Que incluso esa chusma que
tú, en tú delirio llamabas, familia, eran ladrones de la peor especia. Escoria
de la mas baja estofa, que tú propia familia, algunos de sus miembros, te evitaron
y te criticaron…ya sabes, como somos en el infierno de la Tierra, tío, vamos así.
Que la noticia de tú muerte mi pilló, como nos pillo a todos, con el paso
desdoblado y alguien en el ring de la vida, nos dio un fuerte puñetazo en el
plexo solar, hasta dejarnos los ojos en blanco. Cojones, hermano, puedo contarte
como es la gente, que no me gusta nada y que da asco. Puedo contarte las
traiciones que hemos sufrido y he sufrido, las mentiras y las veces que he
perdido la dignidad…podría decirte esto, pero te has largado de manera brutal y
desalentadora, cual el rayo, en claros días de mayo, a los cuarenta y tres
años. Ya se que la culpa no es tuya, pero tenias que haberte tragado toneladas
de orgullo y soberbia. Haberte dejado asistir por algún psiquiatra y psicólogo,
ya sabes…ya sabes, que esos tipos tienen que ganarse el sueldo, pero tú, ya
estabas instalado en tu delirio y volabas hacia regiones mas oscuras,
siniestras y macabras y en tú deliro te metiste de lleno, a fondo, a saco tío,
en el nido de víboras.te cazaron con cebos cuantiosos; Mujerzuelas para sacarte las tripas. Falsos
amigos que te tomaron la medida de tú enfermedad y te sacaron los dineros, para
comprarles sus caprichos. Escoria, escoria y tú lo sabes. Aunque igual que la escoria que conozco todos los días en el devenir
de la vida: aquellos que dicen… que le
vamos hacer, los que mandan tienen la sartén
por el mango y se prostituyen, por cuatro alhajas y demás…hermano, quién
sabe si te has librado de una buena. Pero no deberías haberte estrellado de esa manera. De modo,
que perdóname, me quito el sombrero y de cuerpo presente, te digo, que yo siendo
el menos conocido de tus amigos, me voy
de nuevo al cuadrilátero, al ring,…suelo boxear sin guantes…por esos
tengo los dedos crispados y astillados, pero sigo luchando. Dios mediante y sin
ningún dios, a ser posible. Soy un luchador honesto. Lucho desnudo, con mis
armas naturales.
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