SOBRE: AFERRADA A LA
VIDA DE GIOVANNA VALLS GALFETTI
(Diario de un Renacimiento)/
Editado por RBA/255 paginas.(Mikel Goldstain/Todos los derechos reservados/24 de noviembre de 2014/Barcelona)
En la página 239 de
AFERRADA A LA VIDA, en una carta dirigida a Javi, la autora, escribe en un párrafo
final: EL ALMA AVISA. Aquí en esta cartografía del alma, entre
encuentros y desencuentros, entre cartas compartidas con las experiencias
vitales-constructivas y destructivas-, hilando una especie de tejido de los hechos
de sí misma, con los otros, con sus seres queridos, con las más duras
experiencias. Giovanna Valls, nos habla de su liberación del infierno-para mí
sería más exacto del purgatorio, que
es una especie de limbo entre el cielo y la Tierra-, de las drogas. Habita en
el libro, a través del radio extenso de sus experiencias vitales-hasta la
clarividencia de Prato Raso, en el conocimiento de la Ayahuasca-, un aliento
vital de alcanzar el cielo de la libertad, una libertad que extralimita el
cuerpo y los sentidos que nos atrapan en la química del deseo encadenado por la
sustancia. Irradia una prosa a veces líricamente callada, como esas neblinas
que subyacen sobre el arco iris, tras una frugal tormenta tropical. Todo el
libro es una búsqueda hacia atrás, una búsqueda, que más que añorar el tiempo
encadenado por la esclavitud psíquica, es una añoranza de ser ella misma. En
todo el libro está omnipresente su madre (con quién intercala Diarios), y su
padre, en otros momentos su hermano-Primer Ministro de Francia: Manuel Valls-.Pero
lo que aquí cuenta al leer estas páginas es la sorprendente fuerza y optimismo
desazonado con la que la autora nos explica su testimonio vital. La Ayahuasca,
no es más que un conductor-supongo-, que nos acerca al nexo de nuestra fuerza
vital. La fuerza, esa fuerza superior con la que nos explica cómo sale de la
oscuridad, lanzando una flecha de fuego
hacia el presente, el futuro y ella misma. La
antorcha que así misma se ilumina. Una sensibilidad especial se esparce por
entre las cartas compartidas. Lo más hermoso es que todos ven su liberación
como el encuentro de quién está bajo las cadenas. Es decir se trasluce que
saben quién es ella misma bajo la máscara ritual de la enfermedad. La autora,
escribe este testimonio, como un homenaje y celebración a todos aquellos, a
quienes ha conocido y compartido en el camino. Los que ya no están: su padre,
algunos colegas desaparecidos, amores afortunados o desafortunados. Y los que
siguen esperándola en casa, para decirle que la niñez no es un paraíso perdido,
que el amor de los suyos y de los otros, bueno o malo, es siempre un
renacimiento.
Skype: damian48518
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