Pequeño texto de Damián
Patón Fernández/ Todos los derechos reservados.
Junio de 2013- Ciudad
Condal.
Tuve un sueño. Iba en
busca de un sueño, dentro de mi ciudad. Soy
de Barcelona. (Descendiente de portugueses). Y un día de fuego, de un julio
que no recuerdo bien, dejé la bicicleta en casa y me perdí por las calles del
barrio Gótico. Había soñado que las paredes de la Plaza de San Felipe Neri,
sangraban, mientras que el, Gran satán Volaba el claro cielo de puro
azul Mediterráneo, como un ave llena de luz demoniaca, por la calle de la Paja
(el carrer de la palla), hasta desembocar en la mismísima Plaza de San FelipeNeri. Yo sentía un grito agazapado
dentro de mí. Había dejado la catedral y las alegres ocas, en el patio. No
quería rezar-no rezo a dioses con rostro
de muñecos y detesto a los peregrinos-,
de modo que un día de julio, con un grito ahogándome salí hacia la plaza de San
Felipe Neri y me detuve en una fuente rota y muerta. Las paredes tenían
cicatrices y el rostro de los niños, gemía como una espiral de agua sustraída
de una fuente negra de angustia y olvido. Allí, me detuve, para sentir que en
mi ciudad, los niños habían muerto en una guerra que sigue siendo recordada. Esta
es mi senda…en busca de la memoria de mis muertos escritas en nuestras paredes
y nuestros cimientos.
Skype: damian48518
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