LO DE SIEMPRE
Mikel Goldstain-julio 2012
Cuando era niño
no solía creerme, las mentiras
disfrazadas de verdad, con las que a menudo los adultos nos
amamantaban y nos engañaban con sus
terrores diurnos. De hecho, no es que fuera mejor que los demás...OH, no. Ni
mas listo, ni mas inteligente, ni mas “malicioso”, si es que tal calificativo
puede aplicarse a un crío, que a penas puede andar....desde que era niño, creo
que algo, que ya tenía dentro, desde antes de nacer, fue alimentándome, como
una energía brutal, como un fuego que parecía revelar toda la interioridad de
los que me rodeaban. De hecho, suelen decir, que era un niño, bastante mordaz y
bastante odiado, incluso por los cretinos de los adultos. Pero la muerte es
otra cosa. De hecho, la vida es una farsa y como tal hay que vivirla, una vez
te mueres, la gente suele llorar como perros enfermos. Aúllan, patalean,
escupen sesgo, derraman lágrimas Nadie en su sano juicio, puede estar gimiendo
como una bestia enferma, por alguien que ha muerto eternamente. Se impone la
ley brutal de la vida...y la vida, es solo eso. Una lucha atroz, donde los mas
razonables y los mas honestos, los que tienen convicción, suelen ser tomados
como tonto y gilipollas...mientras que los cretinos, los farsantes, los
hipócritas...los pragmáticos, los trepas y los pelotas, esos medrán gracias a
los hipócritas y los trepas de abajo. Si, la tierra entera, se ha convertido en
un prostíbulo de mezquindad, insolidaridad y consumismo, en total ausencia de los
más básicos valores humanos. La civilización, es un gran burdel...da asco. DE
alguna manera, a medida que crecía, siempre me resulto difícil, creer en algo
alguien. Y muchísimo menos, en eso que llaman Dios, Patrias, Ejército, Rey. Solo mencionarme esas palabras me
pongo enfermo. Es casi como si me lanzarán a un caldero de agua hirviente. Todo
eso me da nauseas. Nuca he creído en Dios, aunque os lo juro, siempre lo he
intentado. Una vez estuve a punto de ingresar en un seminario católico...pero debió
alumbrarme un rayo de sentido común, por que en cuanto pude...desparecí del
mapa...o mejor, me echaron a patadas. Si, mejor es decir que me echaron a
patadas. No cuadraba con la gran secta Católica. Tampoco he podido creer en los
partidos políticos de mi país-, son para reír de pena- y muchísimo menos en los
sindicatos-, son para llorar de verdadera amargura, hasta hartarse, hasta
quedarte seco-...No creo en la clase trabajadora, que es la primera clase de su
especie que se ha traicionado así misma. De hecho, ahora con la enorme
decadencia de la sociedad de consumo...no sirve de nada, ni Dios, Ni patria, ni
religión, ni ejercito... ¿para que? La gente vive bien materialmente, pueden
pagarse los vicios y en fin...en lo único que pueden creer es en lo que vende y
compra...lo demás, es cosa de tontos soñadores y poetas. Por ser del barrio que
soy- y juro que es el peor barrio del mundo-, aprendí, que la chusma solo
aprende a palos, que los chulos y los asesinos de mierda, a menudo, tienen que
recibir un correctivo...sino hubiera un orden, una ley que lo marcara, esa
chusma ,nos cortaría el cuello...solo que existe un problema...existe el
problema… los policías son delincuentes uniformados, que los jueces, son de una
prepotencia repugnantes- los intocables- y los médicos, abogados , artistas
afamados y la gentuza del ejercito...en fin....no merecen calificativos. Pero
la especie humana es así. Las mafias medica, mienten, pagan los peritajes de
autopsias. La policía puede matar a
diestro y siniestro y los abogados, obstaculizan la justicia con recursos
infinitos...los secretarios judiciales, los abogados, toda esa gente...se han
olvidado de que están para servir y parecen, que les sirven a ellos...ese es el
problema. La especie humana, llegara un día que desparezca, y entonces todas
las bestias del planeta repiraran en paz...por que incluso estamos acabando con
todo nuestro entorno. Desde que era pequeño, me fue imposible “creer”, aunque
he tenido una gran necesidad de creer, os lo juro...No creo, en el
sistema...jamás he creído...la gente se olvida...que tenemos que morir- y eso
es natural- y algunos hasta de que cagan por el mismo sitio que los demás.
En lo único que creo es en las fuerzas
equilibradotas del mundo, en los espíritus rebeles. La rebelión es lo que me importa.
Lo demás es construcción y destrucción...
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