Articulo de Mikel Goldstain. Reservados todos los derechos.
Septiembre de 2014-Barcelona.
CATALUNYA, els catalans i jo. El
11 de septiembre, volvieron a surgir las banderas de cuatro barras por las
calles de la nostra ciutat Condal. Volvieron a rugir las gargantas de los
catalanes de pro. Alzaban las banderas, embutidos en jerséis y samarras, proclamando los
históricos hechos de Sucesión. Unos jerséis que por muy sentimentales que sean
todos los patriotas independentistas, se pagaban al precio de diez euros, creo.
Porque una cosa es el amor a la patria y
otra el dinero…claro. El musculo de la muchedumbre, de miles, del millón de
millones de catalanes, que salieron como un chorro multicolor y llenaron las
calles de la Ciudad Condal, el 11 de septiembre. Todo era bonito y precioso.
Hermoso como un deslumbrante atardecer de verano. Muchos millones gastados que
bien podían emplearse en mitigar la miseria, el desahucio y los problemas de
paro de nuestros catalanes. Podemos manifestarnos sin alimentar la iconografía
de los intereses del poder actual…manifestarnos con lo que tenemos. Manifestarnos
cuerpo a cuerpo. Huelga decir que yo no fui.
No ESTUVE, NI ESTARÉ. En el sucinto clamor de todos esos catalanes
independentistas, yo no estaba. Ni en
el acallado clamor de la Societat Civil Catalana, es decir los que se sienten
catalanes y españoles a la vez y no desean la separación de Cataluña, de la
península ibérica. No estoy con los nacionalistas de Madrid, que se creen más
españoles que los demás. Ni estoy con los independentistas y nacionalistas de
Catalunya, de quienes sospecho, que se creen, también más catalanes que los
demás. La sospecha de que los que se manifestaban se creen más catalanes, que
los que no estuvimos allí. Y no estuve allí, porque no comparto el
planteamiento ilusorio, (para mi), de que primero independencia y luego ya
veremos. (Este ya veremos, es largo de contar aquí).Mi sospecha se acrecienta
cuando se dice que el pueblo catalán salió a la calle…Los que no salimos, no somos el pueblo parte del pueblo catalán.
Ejem, pues tendrán que contar con nosotros, quieran o no en las urnas y en la
construcción de nuestro país, se pongan como se pongan. Cataluña es una tierra
de mestizaje y lo será hasta el fin de los tiempos. Yo no soy independentista,
ni nacionalista español. Soy catalán y español, ni antes ni después. Y no
suscribo la famosa frase de Cánovas-sino me equivoco fue Cánovas-, quién dijo: Se es español por que no se puede ser otra
cosa. Espero no errar en la fase de este celebre personaje. La historia de Cataluña la protagonizamos
todos. La escribimos todos, en catalán y en español. Yo quiero el
referéndum, la consulta, porque antes que todo eso, creo en la libertad .Soy
demócrata…mucho antes que catalán, que español. La bandera de la libertad está
por encima de todo. Y si no nos permiten decir SI O NO, pido, por favor, la desobediencia
civil. Desobediencia Civil, planteada de forma inteligente y organizada. No
estoy con los fascistas de distinto signo. No estoy con los opresores de todos
los signos. Tanto España, como mi tierra, Cataluña, no me han dado nada…. Antes
que el gobierno del Partido Popular, en la actualidad presidido por ese incompetente
de Rajoy, los recortes los comenzó el gobierno catalán, de Convergencia i Unió,
presidido por otro más incompetente; el señor Arthur Más, a quién únicamente le
importa el poder. Una Cataluña con niños desnutridos, que pasan medio hambre,
con casi un millón de desempleados, con desahuciados por todas partes, con una
policía autonómica que en ocasiones ha logrado encrespar a la población,
esgrimiendo actitudes de verdaderos sicarios del poder. Una Cataluña que paga mucho
al resto del país, pero que usa a nuestros desamparados como escudo contra
Madrid…Podría ser larga la proclama, pero me detengo aquí…Jo soc catalá y
español y no siento ningún tipo de esquizofrenia y si ganara el SI, lo
acataría, pero exigiría la doble nacionalidad: la catalana y la española. Más
tarde de suceder esto, tendríamos que afrontar otros demonios, otras
luchas…sobre todo la de un pueblo catalán, que cuando las vacas estaban gordas,
no se acordó de su independencia, sino el día 11 de septiembre. Pocos eran los salían
a rugir su independencia. Ahora son todos y ahora todos se acuerdan de que más
de dieciséis mil millones de euros, los damos al estado español, para que los
niños andaluces por ejemplo tengan escuelas públicas…y puedan comer. Y a mí eso
no me importa, porque la educación es un derecho fundamental de todos. Pero
recordemos el refrán: NO SE PUEDE DESVESTIR UN SANTO PARA VESTIR OTRO.
Skype: damian48518
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