Mikel Goldstain/ derechos reservados/septiembre 2013/ Barcelona
Foto de Damián Patón Fernández
Fui a la Feria del Libro Auto publicado e Independiente…o eso
creía yo. Se convocaban como en un aquelarre en Vallcarca, Plaza de la Farígola.
Con ese swing que caracteriza a los que van a destiempo como yo, que comienzo a
ser un vejestorio-49 nueve swings en lo que va de siglo-, fui con otros
compañeros de compas. Allí, me encontré ,un petit
descampado, roñoso, cerrado con telas metálicas, un cielo gris clarito y unos
tablones en desorden, donde el personal se congregaba, tras fanzines, libritos
autopublicados , un bar cutre sin salero como lo que más y cuatro gatos,
vestidos a “lo pijo-puk” y en plan Okupa ,sin parecerlo y sin serlo,
claro. Una absoluta mierda. La gente era simpatiquísima. Es decir el carácter barcelonés:
antipáticos, apáticos, es decir sin empatía. Vendían sus creaciones con cara de
asco y sino eras de la tribu o no eras joven como ellos-no pasaban muchos de le
treintena-, la sonrisa era un perfil congelado. Algunos proclamaban: CUANTO VALE LA CULTURA, y vendían libros a peso. Una estafa, porque en cualquier
librería de segunda mano, un solo ejemplar puede valerte como minio 25 céntimos.
Vendían libros nuevos, hasta a 25 euros… Algunos escritores que se
autopublicaban eran simpatiquísimos: COMPRA
MI LIBRO Y NO ME HABLES SOY UN ESCRITOR. SOY DIFERENTE. Dan nauseas. Critican el sistema asépticamente. Estaban
muertos y solo querían vender sus cachivaches ganar cuatro chavos e ir a su
rollito de señoritos de medio pelo. …me fui al cabo de una hora, con el rabo
entre las piernas. No hago más análisis, quédense ustedes con el análisis…todo
esto desparecerá si Occidente sigue así.
Skype: Damian48518
e-mail:frenetico40@yahoo.es
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