JUGADORES TRUCADOS
(Mikel Goldstain)
¿Qué te pasó,
mi amor? Eras tan hermosa, como Sinéad
O`Connor, antes de ponerse gorda
y varada en su propia orilla de neurosis. Ya no hay reivindicaciones. El
mundo se ha vuelto afeminado y prudente, como una niña impúber. Está bien que
sea así…pero el mundo es bisexual: sin el nervio masculino, el flujo femenino,
se muere y lan- guidece. Se convierte en una casa de gritos y chillidos,
esperando, que la fuerza masculina lo derribe todo. Los hombres no son
mejores…las mujeres tampoco. Mi amor, ¿por que no eres Personas femenina y no
una mujer que intenta imitar al hombre en lo peor de este, derribarlo y ocupar
un puesto que es solamente poder? Da igual quien lleve el timón, lo importante
es que se sea equitativo y justo…por injusto lo contrario. Ya no hay bluses
cantados, en garitos cargados de humo. Lo políticamente correcto, ha derribado
a las dictaduras incorrectas, para convertirse en una dictadura de guante
blanco, que te mata poco a poco, como inyección letal. Al mundo le falta la
fuerza masculina y la grandeza femenina, de arreglarlo todo sin hostias y sin
aspavientos. El ciclón se apagó y todo volverá a su cauce. Las mujeres no
quieren ser iguales…absurdo ser igual al otro. Es mejor ser quien eres, pero con todos tus derechos. Se
confundieron las barajas del póker y ahora juegan los que perdieron, para
volver a ser victima opresor y opresor victima.
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